
España da un paso más hacia la medicina personalizada con la instalación del primer ciclotrón de la salud pública en el hospital Vall d'Hebron de Barcelona. Se trata de un acelerador de partículas que utiliza campos magnéticos y eléctricos para crear partículas cargadas a altas velocidades en una trayectoria circular. De tal modo, el dispositivo es capaz de producir radioisótopos para tratamientos moleculares personalizados. Esta familia de fármacos se utiliza sobre todo en enfermedades como el cáncer y patologías neurológicas o cardíacas.
"Gracias al ciclotrón podremos disponer de una gran variedad de radioisótopos esenciales para la producción de los radiofármacos en el propio hospital. Este equipamiento es una pieza más del nuevo Vall d'Hebron que estamos construyendo y que implica la creación y adquisición de nuevos equipamientos de alta complejidad", ha señalado el Dr. Albert Salazar, gerente del Hospital Universitario Vall d'Hebron. El dispositivo especializado marca también el inicio del proyecto Ciclocat del instituto que busca la producción de radiofármacos para tratamientos con medicina molecular.
El acelerador de partículas pesa más de 18 toneladas y tuvo que ser instalado en un búnker de 23 metros cuadrados a 4,5 metros bajo tierra. Para transportarlo hasta la cámara hermética fue necesario dividirlo en dos mitades y utilizar una grúa especialmente construida para la ocasión. El montaje requirió un equipo de 15 personas trabajando durante tres días.
Un ciclotrón está compuesto de dos placas huecas en forma de 'D' dentro de un campo magnético por donde se aceleran partículas cargadas como protones y deuterones mediante campos eléctricos alternos. La creación de este campo magnético obliga a las partículas a moverse en círculos dentro de las dos placas mientras se aceleran y hacen sus trayectorias más grandes hasta que son extraídas del dispositivo.
De acuerdo con el Vall d'Hebron, el principal radiofármaco que se sintetiza actualmente en este tipo de instalaciones es el [18F]FDG, un análogo de la glucosa que, una vez inyectado, ayuda a detectar la existencia de tumores, su localización y extensión. "El ciclotrón abre la puerta a nuevos proyectos de investigación en diversas áreas médicas y al desarrollo de nuevos radiofármacos, tanto diagnósticos como terapéuticos, con el objetivo de mejorar el diagnóstico y tratamiento de precisión de los pacientes", ha destacado el Dr. Raúl Herance, jefe del grupo de investigación en Imagen y Tratamiento Molecular del hospital.
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