
La investigación médica históricamente ha ignorado a las mujeres, lo que ha llevado a un desconocimiento sobre la morfología de sus propios cuerpos y sobre los efectos de algunos fármacos sobre ellas. Es el caso de su salud cardiaca. Por ejemplo, ¿El corazón de las mujeres puede ser mayor que el de los hombres? Un reciente estudio dirigido por el Amsterdam UMC (Países Bajos) demuestra que, en el caso de las atletas, esto se cumple.
El ejercicio intenso puede cambiar este órgano en los deportistas de alto rendimiento. Ahora, por primera vez, se ha demostrado que las características de sus corazones son diferentes: mientras que en ellos es habitual un engrosamiento combinado con una dilatación del músculo cardíaco, en las atletas femeninas de élite se observa principalmente una dilatación de las cavidades cardíacas.
La investigación, por tanto, ayuda a los médicos a diferenciar entre los cambios normales relacionados con el deporte y aquellos que puedan deberse a patologías cardíacas que precisen de observación e incluso de medicación.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores estudiaron un total de 173 corazones de atletas femeninas mediante resonancia magnética, comparando estos datos con los de aquellas mujeres que no practican deporte.
"Observamos que, en las mujeres que practican deporte profesional, las cavidades cardíacas se ensanchan, mientras que el músculo cardíaco solo se engrosa de forma limitada y el tejido cardíaco presenta características normales. Esto difiere del corazón de los deportistas masculinos: el músculo cardíaco suele ser más grueso que el de un corazón 'normal'. Una característica que también se observa en las enfermedades cardíacas", explica Harald Jorstad, cardiólogo deportivo del centro.
Diferencias según el tipo de deporte
Más allá de las diferencias relacionadas con el género, las características del corazón también varían según el tipo de deporte. En este sentido, las deportistas de resistencia, como las ciclistas, "tenían las cavidades cardíacas más grandes y la mayor masa muscular cardíaca, más que las deportistas de fuerza, como las gimnastas", explica Maarten van Diepen, médico investigador en cardiología deportiva en el Amsterdam UMC. "Esto demuestra que la forma en que se adapta el corazón de las atletas de élite también depende del tipo de carga de entrenamiento", agrega.
Así, este hallazgo permitirá que mujeres deportistas con un corazón sano no sean confundidas con aquellas con patología cardiaca por tenerlo de mayor tamaño. "Un mayor conocimiento sobre el corazón de las deportistas ayuda a los médicos a determinar mejor si un corazón está experimentando cambios normales relacionados con el deporte o si es necesario investigar más a fondo una posible enfermedad cardíaca. En última instancia, esto puede ayudar a orientar y proteger mejor a las deportistas, tanto profesionales como recreativas, contra los problemas cardíacos", afirma Jorstad.
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