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Situación actual de chikungunya en España: se detectan casos pero importados

Los mosquitos transmisores son el Aedes aegypti y el Aedes albopictus (mosquito tigre).

El virus del chikungunya se identificó por primera vez en Tanzania en 1952, pero este verano ha vuelto de nuevo a la palestra. Su transmisión se produce con la picadura de un mosquito y aunque en las Américas nunca ha dejado de estar presente, este mes se ha detectado un brote con 7.000 infectados en China, en la ciudad de Foshan, provincia de Cantón, lo que ha llevado a implementar medidas de control. Debido al aumento de casos en zonas poco comunes (como Francia e Italia), la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) alerta sobre el riesgo de transmisión local de chikungunya en España, donde ya se han registrado algunos casos, eso sí, todos importados tras viajar a otros países.

Desde la Organización Panamericana de la Salud (OPS) apuntan que los mosquitos transmisores son el Aedes aegypti (que también puede transmitir el dengue y la fiebre amarilla, y está presente en las zonas tropicales y subtropicales de las Américas), y el Aedes albopictus (mosquito tigre). Es decir, no se contagia de persona a persona.

Según el informe epidemiológico mensual de vigilancia de enfermedades producidas por arbovirus, publicado este martes por la Consejería de Sanidad de Madrid, hay 5 casos confirmados en 2025 y 2 posibles. Todos los casos son importados y proceden de los siguientes destinos: Angola, Bolivia, Colombia, Isla Reunión, Filipinas y Sri Lanka. No obstante, no hay un recuento oficial por parte del Ministerio de Sanidad de este año, pero en anteriores han seguido una tendencia desigual: en 2022 (10 casos), en 2023 (191 casos) y en 2024 (54).

A nivel europeo, Francia e Italia están notificando positivos adquiridos localmente, es esta transmisión autóctona la que preocupa. Tal y como detalla el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), este año se han notificado 156 casos en Francia (distribuidos en 27 focos) y 29 en Italia (en 4 focos). En Hendaya, muy próximo a la frontera de España y Francia, se ha detectado un caso que ha preocupado especialmente a los epidemiólogos españoles.

Por todo ello, el grupo de Trabajo de Vigilancia en Salud Pública de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha lanzado este miércoles una llamada de alerta a la población española. "Se están viendo brotes de gran magnitud en Asia y América, y detectando casos de transmisión local en países de nuestro entorno con condiciones climáticas similares. La presencia del mosquito tigre, vector competente para transmitir el virus, en amplias zonas de España crea las condiciones idóneas para que un caso importado por un viajero pueda originar un brote local", explican.

El cambio climático favorece la expansión

De hecho, el cambio climático también encrudece esta situación, ya que favorece la expansión de estos mosquitos. La vigilancia en salud pública se convierte entonces en la principal arma para frenar su propagación. Desde la SEE señalan que las medidas más eficaces para prevenir el chikungunya son "la eliminación de los criaderos de mosquitos y la protección activa frente a sus picaduras".

La primera acción conlleva un control del entorno exhaustivo con vaciado y limpieza con frecuencia cualquier recipiente que pueda acumular agua en patios, terrazas y jardines (macetas, cubos, juguetes, ceniceros). Además, recomiendan cambiar el agua de los bebederos de animales y de los floreros como mínimo cada 3 días; mantener limpias y despejadas las canaletas de los tejados y los desagües; y tapar herméticamente los depósitos de agua de uso doméstico.

En cuanto a protección personal, lo mejor es usar repelentes de insectos autorizados, vestir ropa de colores claros que cubra la mayor parte del cuerpo, instalar mosquiteras en puertas y ventanas, y usar aire acondicionado o ventiladores, ya que las corrientes de aire dificultan la actividad de los mosquitos.

¿Vacuna contra el chikungunya?

La sociedad subraya que actualmente no existe un tratamiento antiviral específico ni una vacuna de uso generalizado para el chikungunya. No obstante, sí que hay una inoculación contra el virus del chikungunya, llamada Ixchiq (Valneva Austria GmbH), aprobada por las autoridades sanitarias estadounidenses (FDA) por un procedimiento acelerado en noviembre de 2023 para la prevención de la enfermedad en individuos adultos en riesgos de contraerla. Justo esta semana, se ha suspendido su licencia de venta por riesgos en su seguridad.

"La decisión se basa en serias preocupaciones de seguridad relacionadas con la vacuna, que parece estar causando una enfermedad similar al chikungunya en los receptores de la vacuna. Se ha producido una muerte por encefalitis directamente atribuible a la vacuna y se han notificado más de 20 eventos adversos graves, con 21 hospitalizaciones y 3 muertes. Además, el beneficio clínico de la vacuna aún no se ha verificado en estudios clínicos confirmados", detallaron desde la FDA en un comunicado.

Mientras que la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) mantiene su uso pero bajo vigilancia adicional, lo que significa que se monitoriza más que otros medicamentos.

Para aquellos que ya han contraído el virus, el tratamiento actual es sintomático y se centra en aliviar los síntomas (que suele ser fiebre alta de aparición súbita, dolor articular intenso, náuseas, fatiga y un sarpullido característico en la piel). "Se recomienda reposo, hidratación abundante y el uso de analgésicos y antitérmicos como el paracetamol para controlar la fiebre y el dolor", sostienen desde la SEE.

Los contenidos publicados en Gaceta de Salud han sido elaborados con afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios recogidas por un grupo de periodistas especializados en el sector. Recomendamos al lector consultar cualquier duda relacionada con la salud ante un profesional del ámbito sanitario.

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