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La dieta mediterránea y el deporte reducen los nuevos casos de diabetes tipo 2

El estudio demuestra que la dieta mediterránea "actúa de forma sinérgica a través de diferentes mecanismos implicados en la diabetes tipo 2 tales como reducir la resistencia a la insulina, la inflamación y el estrés oxidativo".

Hace tiempo que la evidencia científica ha demostrado que la dieta mediterránea tiene numerosos efectos positivos en nuestra salud. De nuevo, un reciente estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine, del Colegio Americano de Médicos, vuelve a ponerla sobre un pedestal. En este caso, la investigación tiene sello español ya que ha sido coordinada desde el Centro de Investigación Biomédica en RED (CIBER) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).

Los expertos confirman que seguir una dieta mediterránea baja en calorías (hipocalórica), junto con un aumento de la actividad física, contribuye a reducir la aparición de nuevos casos de diabetes tipo 2 en personas con sobrepeso y alto riesgo metabólico. Según apuntan desde el ISCIII, el estudio ha tenido una financiación de más de 15 millones de euros (mayoritariamente de fondos aportados por el Instituto y el Consorcio CIBER), en él han participado más de 200 especialistas de 23 centros de investigación.

Esta investigación está enmarcada en el estudio Predimed-Plus, un ensayo clínico llevado a cabo en España de prevención de enfermedades cardiovasculares basado en una intervención con dieta mediterránea. En este sentido, la publicación evidencia, por primera vez, de forma sólida, que esta estrategia combinada es eficaz para reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Conviene señalar que esta patología es una enfermedad crónica que deteriora seriamente la salud y la calidad de vida. Además, en los últimos años ha experimentado un notable incremento en los últimos años, en paralelo con la epidemia de la obesidad. Por ello, resulta esencial impulsar estrategias accesibles y sostenibles enfocadas a la prevención, resaltan los autores.

20 años del estudio Predimed-Plus

Se trata de una investigación más que completa el estudio Predimed que lleva más de dos décadas activo y que ya había demostrado que una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra o frutos secos reducía la incidencia de diabetes en un 30% en comparación con una dieta baja en grasas.

"Sin embargo, esta reducción se observó con una disminución apenas perceptible del peso corporal. A partir de ese conocimiento, el estudio Predimed-Plus planteó una intervención sobre el estilo de vida más intensiva, con el objetivo de evaluar si pudiera aportar beneficios adicionales frente a otro tipo de estrategias menos intensivas", detallan desde el ISCIII. "Esta estrategia se basa en la pérdida de peso mediante una dieta mediterránea ligeramente hipocalórica —rica en fibra y de bajo índice glucémico— combinada con la promoción de la actividad física y apoyo conductual", añaden.

¿Cómo se realizó el estudio? En él participaron 4.746 personas de entre 55 y 75 años con sobrepeso u obesidad y síndrome metabólico y que no padecían enfermedades cardiovasculares ni diabetes al inicio. Tal y como detallan los investigadores, los participantes fueron asignados al azar (50% de probabilidad) a uno de los dos siguientes programas: uno enfocado en seguir la dieta mediterránea (sin promocionar actividad física ni perseguir una reducción calórica de la dieta); y otro conductual enfocado a conseguir una pérdida de peso mediante una dieta mediterránea reducida en calorías (con una reducción planificada de 600 kilocalorías diarias) y mayor actividad física.

La principal conclusión a la que se llegó es que después de seis años de seguimiento, los participantes sin diabetes al inicio asignados al grupo de intervención intensiva (dieta mediterránea y actividad física) mostraron una mayor adhesión a la dieta mediterránea, aumentaron su actividad física, perdieron más peso, y necesitaron menos medicamentos para el control de su glucosa durante el seguimiento una vez diagnosticados de diabetes.

Concretamente, el riesgo absoluto de desarrollar diabetes fue del 12% (349 casos) en aquellos participantes que siguieron solo la dieta mediterránea, frente al 9,5% (280 casos) de aquellos asignados a la intervención intensiva. Esta última estrategia redujo en un 31% los nuevos casos de diabetes en comparación con la dieta mediterránea sin restricción calórica ni recomendaciones de ejercicio.

En definitiva, el equipo investigador sintetiza el estudio explicando que la dieta mediterránea "actúa de forma sinérgica a través de diferentes mecanismos implicados en la diabetes tipo 2 tales como reducir la resistencia a la insulina, la inflamación y el estrés oxidativo. Estos efectos se ven potenciados por la actividad física y la pérdida de peso. Además, al tratarse de una dieta sabrosa, sostenible y culturalmente aceptada, puede convertirse en una estrategia ideal a largo plazo para la prevención de enfermedades cardiometabólicas".

Los contenidos publicados en Gaceta de Salud han sido elaborados con afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios recogidas por un grupo de periodistas especializados en el sector. Recomendamos al lector consultar cualquier duda relacionada con la salud ante un profesional del ámbito sanitario.

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