
Los implantes para la diabetes ayudan al cuerpo a controlar la glucosa y tener un monitoreo constante. Incluso algunos dispositivos tienen la capacidad de administrar insulina y reemplazar la función de las células beta del páncreas. Ahora un grupo de científicos de Estados Unidos ha desarrollado un nuevo implante que puede tratar la diabetes tipo 1 suministrando oxígeno adicional a células secretoras de insulina densamente pobladas sin necesidad de inmunosupresión.
La tecnología se basa en dispositivos de encapsulación implantables de células secretoras de insulina que los expertos han probado en ratones. Los resultados se han publicado en la revista Nature Communications y podrían replicarse para otras enfermedades crónicas.
Los investigadores han mejorado unos dispositivos implantables ya existentes que habían demostrado eficacia para controlar el azúcar en la sangre en ratones diabéticos, pero cuya duración era limitada. "Uno de los principales desafíos es que el propio implante suele morir por falta de oxígeno tras la implantación", ha explicado la investigadora Lora Tran, candidata a doctora y una de las coautoras principales de este trabajo.
"En nuestro laboratorio se logró el éxito en ratones que vivieron más de un año y controlaron la diabetes de forma muy eficaz con pequeñas cápsulas sin generación de oxígeno. Sin embargo, al ampliar la escala, necesitamos más células, sobre todo mayor densidad. Necesitamos una dosis más alta. Si implantamos sin generar oxígeno, las células suelen morir en dos semanas", ha detallado.
Para solventar este problema, han desarrollado un sistema de macroencapsulación asistida por bioelectrónica (BEAM, por sus siglas en inglés) formado por una cápsula cilíndrica con una sección transversal anular que contiene células secretoras de insulina trasplantadas, y un generador electroquímico de oxígeno extraíble. Una membrana nanofibrosa en el exterior de la cápsula protege a las células del sistema inmunitario del organismo huésped; una membrana permeable en el núcleo de la cápsula permite que el suministro central de oxígeno llegue al anillo de células.
El nuevo sistema permitiría que un número mucho mayor de pacientes se someta a un trasplante de islotes pancreáticos o a una terapia celular sin necesidad de inmunosupresión, que se considera demasiado peligrosa para su uso rutinario. Además, el nuevo sistema puede proporcionar un control mucho más estricto de la glucosa al curar eficazmente la enfermedad y permitiendo a la persona comer, beber y hacer ejercicio como cualquier otra persona.
El siguiente paso será implantar el sistema en un modelo porcino y probarlo también con células madre humanas. Los investigadores están interesados en intentar usar el sistema para implantar diferentes tipos de células en humanos para el tratamiento a largo plazo de enfermedades crónicas.
Relacionados
- No es sólo Maluma: pediatras advierten el grave riesgo de llevar bebés a conciertos
- Descubren una forma de potenciar el efecto de la inmunoterapia en el cáncer de pulmón más grave
- Éxito en el primer cateterismo linfático en España a una paciente de 6 años
- Nanotubos contra la resistencia bacteriana: científicos españoles mejoran la eficacia de los antibióticos
Los contenidos publicados en Gaceta de Salud han sido elaborados con afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios recogidas por un grupo de periodistas especializados en el sector. Recomendamos al lector consultar cualquier duda relacionada con la salud ante un profesional del ámbito sanitario.