
El dinero atrae dinero o, en este caso, las becas atraen más becas. Esa es la conclusión a la que llegaron los investigadores del Research on Research Institute (RoRI) en Londres al analizar más de 100.000 solicitudes de ayudas económicas para financiar proyectos de investigación. Los autores del análisis han advertido que los que consiguen este tipo de apoyos al inicio de su carrera suelen tener mayores posibilidades de ganar más becas en el futuro gracias a lo que se le conoce como ventaja acumulativa.
El efecto Mateo es un concepto sociológico que nació a finales de los sesenta. Describe el fenómeno de cómo las personas con ventajas suelen acumular más prerrogativas con el tiempo mientras que, del otro lado, aquellos con desventajas enfrentan cada vez más obstáculos. Desde su concepción, investigadores han estudiado la relación del efecto Mateo en la academia, sin embargo, nadie lo había hecho a gran escala como ahora.
El término fue popularizado por el sociólogo Robert K. Merton y se manifiesta en diversos ámbitos como la ciencia, la educación y la economía. En el ámbito científico suele apuntar a cómo los investigadores con más publicaciones y citas suelen recibir más financiamiento y reconocimiento, lo que facilita nuevas investigaciones y aumenta su visibilidad. Y a la inversa, los investigadores con menos visibilidad tienen más dificultades para obtener apoyo, lo que perpetúa la desigualdad.
El estudio, titulado The Matthew effect and early-career setbacks in research funding y publicado a mediados de junio en Nature, analizó 100.000 solicitudes de financiamiento para 14 programas de investigación en Canadá, Luxemburgo, Reino Unido y Austria. Entre los hallazgos destaca que el 26% de los solicitantes que consiguen una beca al principio de sus carreras continúan ganando apoyos para otros proyectos. En comparación, de aquellos cuyas solicitudes fueron rechazadas al inicio de sus carreras sólo el 15% consiguió después alguna beca.
"Una mayor financiación para nuevos solicitantes que muestran promesa, pero que anteriormente no tuvieron éxito, puede ser más eficaz que proporcionar más financiación a aquellos que ya la obtuvieron en el pasado", han señalado los autores del artículo. "Algunos científicos prometedores podrían desanimarse y abandonar la ciencia. Esto podría generar una pérdida neta para la sociedad en términos de descubrimientos científicos".
Los resultados se asemejan a los de un estudio similar que se llevó a cabo en Países Bajos en 2018 (también publicado en Nature). Los investigadores compararon las carreras de aquellos que consiguieron por muy poco una beca para su trabajo postdoctoral contra el grupo que se quedó a poco de hacerlo. Durante los siguientes ocho años, el primer grupo consiguió más del doble de financiación para investigación que el segundo. Los ganadores de las becas también tenían un 50 % más de probabilidades de convertirse en profesores que quienes no la consiguieron.
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