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España registra 1.060 muertes por calor en julio, un 57% más que en el mismo periodo del año pasado

Ola de calor.
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Las consecuencias de las altas temperaturas alcanzadas a lo largo del mes de julio empiezan a cuantificarse ahora. Según el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo), en el pasado mes se alcanzaron 1.060 muertes por calor, un 57% más que en el mismo periodo del año anterior, cuando se notificaron 674.

Fue ya en agosto de 2024 cuando se notificaron 1.271 muertes. De momento, en lo que va de agosto en 2025 han fallecido 30 personas. Cabe recordar que el mes ha comenzado con una ola de calor.

Por sexo, en julio de 2025 fallecieron 446 hombres y 614 mujeres. Esta proporción, de momento, se está repitiendo en agosto, ya que, en lo que va de mes, han fallecido 19 mujeres y 11 hombres.

Teniendo en cuenta la edad, el grupo donde se registró un número de muertes más alto fue en los mayores de 65. Dentro de esta población, en aquellos que superan los 85 años se notificaron 666 muertes. En las personas de entre 65 y 74 años hubo 100 decesos en el séptimo mes del año. Entre los 45 y los 64, tuvo lugar un total de 68. En este sentido, el impacto de la exposición al calor excesivo está influido por el envejecimiento fisiológico y las enfermedades subyacentes.

El Ministerio de Sanidad, a través de una publicación en la red social X, ha recordado que "el calor mata y supone un grave riesgo para la salud". Por ello, instan a "no bajar la guardia" y a "hidratarse, protegerse, y cuidar a los que más lo necesitan". En este sentido, es preciso resaltar que el calor también agudiza los síntomas de algunas patologías, como las cardiovasculares, las renales y las respiratorias, entre otras.

Por otro lado, tal y como recuerdan desde el departamento de Mónica García, desde un enfoque biológico, la exposición a temperaturas excesivas puede provocar problemas de salud como calambres, deshidratación, insolación y golpe de calor (con problemas multiorgánicos que pueden incluir síntomas tales como inestabilidad en la marcha, convulsiones e incluso coma).

En general, una persona sana tolera una variación de su temperatura interna de aproximadamente 3ºC sin sufrir consecuencias importantes. A partir de 37ºC se produce una reacción fisiológica de defensa. Las personas mayores y los menores son más sensibles a estos cambios de temperatura.

Los contenidos publicados en Gaceta de Salud han sido elaborados con afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios recogidas por un grupo de periodistas especializados en el sector. Recomendamos al lector consultar cualquier duda relacionada con la salud ante un profesional del ámbito sanitario.

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