
Neurofibromatosis tipo 1 y pseudartrosis era el diagnóstico del pequeño de siete años que acaba de ser sometido a un autotrasplante de peroné. Gracias a esta intervención, ha recuperado la movilidad de un brazo que creía perdido. La operación ha sido novedosa no solo por representar una cirugía reconstructiva avanzada, sino por la planificación 3D que implicó.
"La neurofibromatosis tipo 1 es una enfermedad genética que se manifiesta con alteraciones de hueso y problemas para la consolidación en cuanto se presenta la fractura. Es decir, se pierde el potencial de regeneración. Entonces, en el antebrazo de este niño, causaba una severa impotencia funcional", explica Manuel Román, especialista en Traumatología del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, lugar donde se ha llevado a cabo este hito.
Tras una revisión exhaustiva de la literatura médica, estos expertos concluyeron que la opción con más alta tasa de curación y mejores resultados era el autotrasplante de peroné vascularizado. Para ello, recurrieron a la Unidad de Reconstrucción mediante Autotrasplante Microquirúrgico (URAM) del servicio de Cirugía Maxilofacial, que se ha consolidado como un referente en este tipo de procedimientos.
Para la intervención, se extrajo un fragmento de peroné de una de las piernas, tomándolo de una zona que no causaba inestabilidad del pie, y se colocó en la parte de hueso afectada del antebrazo. "Se extirpó todo el hueso que pudiera crear problemas, sustituyéndolo por peroné. Para aumentar el éxito, mediante técnicas microquirúrgicas se establecieron suturas de las arterias implicadas en la zona con las que trae el fragmento del peroné", expresa. Luego, mediante mediante placas y tornillos, aseguraron un mejor resultado que consiguieron gracias a la planificación.
"Lo novedoso de este caso no es ni el autotrasplante ni la reconstrucción microquirúrgica. En nuestro servicio lo hacemos todas la semanas para reconstruir la mandíbula. Lo realmente nuevo es que se hizo con planificación virtual 3D en el ordenador. Todos los pasos de la cirugía se hicieron antes en el ordenador, por lo que el equipo pudo adelantarse a los problemas", explica Alicia Dean, jefa del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial.
Todo ello ayudó a que la reconstrucción fuese "de una altísima precisión, milimétrica". Así, se sabía a la perfección qué cantidad de hueso se iba a quitar; además de la forma exacta de peroné que era preciso colocar para reconstruir el defecto del pequeño. Para ello, se llevaron a cabo guías customizadas, hechas a medida y personalizadas para este paciente.
"Los algoritmos nos marcan dónde, cuánto y cómo debemos cortar para hacer una reconstrucción precisa del radio del niño. Utilizamos técnicas de florescencia para ver la vascularización del hueso. Dentro del propio paciente, vimos que se vascularizaba el hueso, y eso garantiza que el hueso nuevo se va a consolidar de forma adecuada en la nueva zona. Aunar estas técnicas para el caso de un niño con una enfermedad genética que ha producido una pseduartrosis, es decir, un defecto de unión en el hueso del brazo, es lo que hace que sea tan importante", argumenta Dean, para añadir que "hay poco caso documentado de este conjunto de tecnologías nuevas para aplicar a los pacientes".
El niño, antes de la intervención quirúrgica, llevaba dos años con una férula en el antebrazo para poder movilizarlo. Sin ella, el niño no podría jugar, escribir, ni pintar ni vestirse. Ahora, ya ha recuperado la movilidad, pese a que el hueso tarda más en consolidarse que otros tejidos. "Los niños tienen una capacidad de reparación enorme. Eso hace que haya soldado un hueso con otro, el del peroné sobre el radio que estaba enfermo. Y esto hace que ya tenga el antebrazo rigidez para que sea capaz de empezar a funcionar esa mano", comenta Dean. Ambos especialistas rememoran en Gaceta de Salud el testimonio de la madre del pequeño: "Ahora, me dice: 'Mamá, ya puedo escribir con la mano, ya puedo jugar'".
Tal y como señalan desde el hospital, el procedimiento ha despertado el interés de profesionales internacionales y fue presenciado en quirófano por ingenieras biomédicas procedentes de Bélgica. "De hecho, muy pocos casos como este se han documentado hasta la fecha en Europa con un nivel de precisión e innovación tecnológica tan elevado", recalcan.
El esfuerzo de una coordinación minuciosa
La planificación requiere mucho esfuerzo, tiempo y dedicación. "Hacemos videoconferencias y se planifican con ordenador", señala Dean. La especialista también ha puesto en valor la importancia de un equipo multidisciplinar.
"En el momento de la cirugía, hay que coordinar a muchos especialistas, y cada uno da lo mejor de sí. Hemos coordinado Traumatología, Anestesia, y todo el personal de Enfermería del del quirófano y de Maxilofacial. Son operaciones que duran toda la mañana y la tarde. Por eso, con coordinación, se consigue lo mejor de casa uno", finaliza Dean.
Relacionados
- Cirugía cardíaca mínimamente invasiva: el Ramón y Cajal realiza con éxito el primer implante de la prótesis valvular mitral percutánea
- La caspa y otras afecciones dermatológicas pueden agravarse en verano
- ¿Cómo puede la microbiota intestinal acelerar el envejecimiento y aumentar la aparición de las enfermedades?
- La Primaria apuesta por "cuidar la longevidad rural"
Los contenidos publicados en Gaceta de Salud han sido elaborados con afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios recogidas por un grupo de periodistas especializados en el sector. Recomendamos al lector consultar cualquier duda relacionada con la salud ante un profesional del ámbito sanitario.