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¿Cómo cuidar a los niños de daños solares irreversibles que pueden manifestarse en su adultez?

El cáncer de piel es el más frecuente en España y su incidencia ha aumentado en un 40% en los últimos cuatro años según la Asociación Española contra el Cáncer. Esta cifra podría reducirse significativamente según los especialistas, pero hace falta que la sociedad esté consciente de los riesgos de los daños solares ya que la exposición a la luz ultravioleta causa la mayoría de los melanomas. De acuerdo con Euromelanoma, las quemaduras solares en la infancia y la adolescencia duplican el riesgo de la aparición de un tumor en la piel en la edad adulta.

La doctora María Urretavizcaya, especialista del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario General de Villalba, advierte que proteger a los niños durante el verano es "fundamental y va mucho más allá de aplicar crema solar". Así, explica que los bebés menores de seis meses deben evitar la exposición directa al sol. Entre los seis meses y los tres años, solo se recomienda el uso de protectores físicos con factor 50. A partir de los tres años pueden añadirse filtros químicos, aunque la prioridad sigue siendo la protección física. Sin olvidar renovar la aplicación cada dos horas y después del baño para mantener la eficacia.

Esta protección no solo previene quemaduras inmediatas, sino que también reduce el riesgo de enfermedades dermatológicas graves como el melanoma, cuya relación con la exposición solar en la infancia está bien documentada, añade la doctora Urretavizcaya. "Por eso, el verano puede dejar una huella para toda la vida, que solo un cuidado responsable puede minimizar".

Además, "la hidratación es un pilar básico para evitar los efectos nocivos del calor", señala. Por ello, la pediatra recomienda que los niños ingieran al menos litro y medio o dos litros de líquidos al día, además de frutas frescas como sandía y melón, que aportan agua y nutrientes esenciales. "Es importante no esperar a que el niño tenga sed para darle agua, ya que pueden aparecer signos de deshidratación como boca seca o malestar general", advierte.

En este sentido, la alimentación "debe adaptarse" para mantener hábitos saludables sin perder el disfrute propio de las vacaciones. Por otro lado, recomienda un calzado ancho que respete el desarrollo del pie y brinde comodidad.

Asimismo, los ojos necesitan protección con gafas homologadas y sombreros que eviten daños oculares con consecuencias a largo plazo. Igualmente, la prevención de picaduras de insectos es "fundamental". El uso de insecticidas en el hogar, ropa de manga larga, colores claros y productos tópicos para aliviar la picazón forman parte del cuidado habitual, explica la doctora Urretavizcaya.

Por último, la experta advierte del riesgo de ahogamientos en niños. "La vigilancia constante en piscinas y zonas de baño es vital, así como enseñar a los niños a nadar y evitar que jueguen con objetos flotantes que puedan distraerlos o ponerlos en peligro".

Los contenidos publicados en Gaceta de Salud han sido elaborados con afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios recogidas por un grupo de periodistas especializados en el sector. Recomendamos al lector consultar cualquier duda relacionada con la salud ante un profesional del ámbito sanitario.

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