Por Juan José Hernández Rubio, presidente ejecutivo de Hospiten.
El abordaje del cáncer en el siglo XXI exige una transformación profunda en la manera de organizar la atención sanitaria. No se trata solo de contar con la mejor tecnología o con profesionales altamente cualificados, sino de crear estructuras clínicas que integren todo ese conocimiento de forma efectiva, segura y personalizada. Y es, precisamente, este enfoque el que ha guiado nuestra trayectoria y sigue marcando nuestra estrategia.
Los tratamientos oncológicos requieren hoy una estructura hospitalaria capaz de coordinar múltiples especialidades en torno al paciente, acortar los tiempos de diagnóstico y adaptar las decisiones terapéuticas a las características moleculares y clínicas de cada caso. Esta organización multidisciplinar es fundamental para ofrecer terapias cada vez más complejas en un contexto en el que la personalización del tratamiento es una necesidad clínica, no una opción. Y en ese pilar se centra el trabajo diario que llevamos a cabo en MD Anderson Cancer Center Madrid – Hospiten.
Uno de los desarrollos más significativos en este ámbito ha sido la incorporación de la cirugía robótica con el robot Da Vinci que permite a los cirujanos hacer diversos tipos de procedimientos complejos con mayor precisión, flexibilidad y control en comparación con las técnicas convencionales. Estas intervenciones requieren no solo tecnología, sino también cirujanos formados y equipos quirúrgicos coordinados.
Otro hito reciente ha sido la introducción de terapias celulares, como las células CAR-T, indicadas en ciertos tipos de neoplasias hematológicas. Estos tratamientos exigen estructuras asistenciales con capacidad para manejar procesos clínicos complejos, personal altamente cualificado y específicamente formado, así como un entorno hospitalario que garantice seguridad, trazabilidad y seguimiento estrecho.
El desarrollo de nuevas terapias sistémicas dirigidas contra dianas moleculares específicas y el advenimiento de la inmunoterapia moderna han conseguido resultados inéditos y puesto en valor el papel del diagnóstico molecular como base de una oncología de vanguardia.
La creación de nuestra Unidad de Ensayos Clínicos Fase I —una de las más grandes de España y Europa— representa un hito estratégico en la lucha contra el cáncer. Esta unidad, dedicada a las fases más tempranas del desarrollo de nuevos tratamientos cuenta con el asesoramiento de nuestros compañeros de MD Anderson Cancer Center en Houston, lo que nos permite trasladar los últimos avances científicos directamente a la práctica clínica.
La formación continua de los equipos médicos y su exposición a estándares internacionales es otro elemento organizativo clave. En este sentido, nuestra vinculación con MD Anderson en Houston se convierte en un factor decisivo al trasladar a nuestro entorno protocolos de referencia mundial y fomentar la investigación traslacional.
Transformar el modelo asistencial oncológico requiere no solo innovación tecnológica, sino también revisar procesos, invertir en talento y garantizar la coordinación entre especialidades. Solo así será posible responder con eficacia a la complejidad creciente de la enfermedad oncológica y a las expectativas de pacientes cada vez más informados y exigentes.
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