Tecnología

Milli-spinner, avance científico "mágico" para transformar el tratamiento del ictus

Foto: Istock.

La frase "el tiempo es cerebro", que se aplica en un escenario de emergencias neurológicas, especialmente de ictus, da cuenta de la importancia que recae en la rapidez de ser atendidas. Y es que, cada momento que un accidente cerebrovascular isquémico no se trata, aumenta la posibilidad de daño cerebral a largo plazo o la muerte. Es en este contexto, que un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford ha desarrollado un tratamiento revolucionario basado en una tecnología de eliminación de coágulos de sangre que es más del doble de eficaz que las técnicas actuales.

La nueva tecnología, llamada trombectomía milli-spinner, podría mejorar significativamente las tasas de éxito en el tratamiento de accidentes cerebrovasculares, infartos de miocardio, embolias pulmonares y otras enfermedades relacionadas con coágulos.

Y es que las tecnologías actuales solo eliminan los coágulos con éxito a la primera en aproximadamente el 50% de los casos, y en aproximadamente el 15% de los casos, fracasan por completo.

Según el estudio publicado en el mes de junio en Nature, los investigadores utilizaron modelos de flujo y estudios en animales para demostrar que el mili-spinner "supera significativamente los tratamientos disponibles" y ofrece un nuevo enfoque para la eliminación rápida, sencilla y completa de coágulos.

"En la mayoría de los casos, estamos duplicando con creces la eficacia de la tecnología actual, y para los coágulos más resistentes —que solo eliminamos alrededor del 11% de las veces con los dispositivos actuales— logramos desobstruir la arteria a la primera en el 90% de los casos", afirma el coautor Jeremy Heit , jefe de Neuroimagen y Neurointervención en Stanford y profesor asociado de radiología. "Es increíble. Esta tecnología es revolucionaria y mejorará drásticamente nuestra capacidad para ayudar a las personas".

Deformar y romper el coágulo

Los investigadores explican en un comunicado sobre el estudio que los coágulos sanguíneos se mantienen unidos por ovillos de fibrina, una proteína resistente y filiforme que atrapa los glóbulos rojos y otros materiales formando una masa pegajosa. Normalmente, argumentan, los médicos intentan eliminarlos insertando un catéter en la arteria y aspirando el coágulo o sujetándolo con una malla metálica. Sin embargo, estos métodos no siempre funcionan y pueden romper los hilos de fibrina, provocando que fragmentos del coágulo se desprendan y se alojen en lugares nuevos y más difíciles de alcanzar.

"Con la tecnología actual, no hay forma de reducir el tamaño del coágulo. Para eliminarlo, se basa en deformarlo y romperlo", detalla Renee Zhao , profesora adjunta de ingeniería mecánica y autora principal del artículo. "Lo singular del mili-spinner es que aplica fuerzas de compresión y cizallamiento para encoger todo el coágulo, reduciendo drásticamente su volumen sin provocar su ruptura".

El mili-spinner, que también llega al coágulo a través de un catéter, consiste en un tubo largo y hueco que gira rápidamente, con una serie de aletas y ranuras que ayudan a crear una succión localizada cerca del coágulo, detalla el comunicado. Esto aplica dos fuerzas (compresión y cizallamiento) para enrollar los hilos de fibrina en una bola compacta sin romperlos.

Foto: Universidad de Stanford.

Los expertos demostraron que el mili-spinner podía reducir un coágulo a tan solo el 5% de su volumen original. El proceso libera los glóbulos rojos, que se mueven con normalidad por el cuerpo una vez que no están atrapados en la fibrina, y la diminuta bola de fibrina es succionada hacia el mili-spinner y expulsada del cuerpo.

"Funciona de maravilla para una amplia gama de composiciones y tamaños de coágulos", afirmó Zhao. "Incluso para coágulos resistentes y ricos en fibrina, imposibles de tratar con las tecnologías actuales, nuestro milicentrifugador puede tratarlos mediante este sencillo, pero potente concepto mecánico para densificar la red de fibrina y reducir el tamaño del coágulo", sentencia.

Este nuevo avance es crucial en el tiempo para atender y aplicar el tratamiento de un caso de ictus isquémico, que se produce cuando el coágulo impide el suministro de oxígeno al cerebro. La evidencia científica ha demostrado que, por cada minuto que dura un ictus, se destruyen 1,9 millones de neuronas cerebrales y 14.000 millones de sinapsis.

Los contenidos publicados en Gaceta de Salud han sido elaborados con afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios recogidas por un grupo de periodistas especializados en el sector. Recomendamos al lector consultar cualquier duda relacionada con la salud ante un profesional del ámbito sanitario.

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