
La sabiduría popular nos dice que el sexo de los hijos está determinado por el azar. Cada vez que una mujer se embaraza, se dice que existe la misma posibilidad de que sea varón o mujer. Sin embargo, algunas familias numerosas parecen tener sólo niñas o sólo niños. Más allá de una cuestión de suerte, la edad de la madre, algunos factores genéticos y los embarazos previos juegan un papel en el sexo de los bebés.
"Descubrimos que el sexo al nacer no seguía una distribución binomial simple cuando la unidad de análisis eran las mujeres y no los embarazos. Tanto los factores biológicos como las decisiones reproductivas de retrasar la maternidad podrían contribuir al fenotipo observado de agrupamiento por sexos dentro de las familias", ha advertido un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard en Boston en un artículo publicado recientemente en Science Advances.
Por ejemplo, si una familia tiene tres hijos varones, hay una posibilidad del 61% de que el siguiente nacimiento también sea niño. En comparación, si son tres mujeres, hay un 58% de posibilidad de que la cuarta también lo sea.
En cuanto al tema de edad, las mujeres mayores de 29 años que no han tenido hijos en el pasado tienen un 13% más de posibilidad de que sólo tengan niños o niñas en el futuro si se les compara con las menores de 23 años. Los cambios en el pH vaginal que experimentan las mujeres con la edad podría explicar en parte este fenómeno ya que influye en cuál espermatozoide tiene mayor probabilidad de fecundar el óvulo dependiendo, el portador del cromosoma X o el Y.
"Las familias que desean tener hijos de más de un sexo específico, pero ya han tenido dos o tres del mismo sexo, deben ser conscientes de que, al intentar tener el siguiente, probablemente estén haciendo un lanzamiento de una moneda con la misma cara", señala el estudio.
Un análisis genómico también detectó dos variantes comunes que están asociadas con tener hijos del mismo sexo. Una alteración del cromosoma 10 en el gen llamado NSUN6 está vinculado con una mayor probabilidad de sólo tener niñas, mientras que la alteración en una letra del ADN en el cromosoma 18 del gen TSHZ1 está relacionado con tener sólo varones.
No obstante, el estudio presenta varias limitaciones. Los autores advierten que no han sido capaces de tomar en cuenta las variables que aportan los padres de los bebés y que, debido a la caída de tasa de natalidad generalizada, no se puede continuar con este tipo de comparativas con nuevos proyectos de investigación.
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