De referente en salud pública a liderar la campaña antivacunas, la transformación de EEUU con RFK Jr.

"Los medios de comunicación han dicho que estoy en contra de las vacunas o de la industria sanitaria. Bueno, no soy ninguna de las dos; estoy a favor de la seguridad... todos mis hijos están vacunados y creo que las vacunas son fundamentales en la atención médica".

Estas fueron algunas de las declaraciones que realizó el secretario de Sanidad y Servicios Humanos de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., al momento de ser confirmado en el Gabinete de Donald Trump por parte del Congreso. El objetivo era callar a sus críticos que lo acusan de intentar destruir el sistema de salud con teorías pseudocientíficos. Tras meses de incertidumbre y recortes a proyectos de investigación, la nueva visión de la Casa Blanca comienza a tomar forma.

Una de las decisiones más polémicas de RFK Jr. hasta el momento ha sido la destitución de 17 expertos del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización de Estados Unidos (ACIP, por sus siglas en inglés). Aquellos despedidos fueron acusados de tener conflictos de interés y generar desconfianza en la población sobre el sistema de salud. Aunque los señalamientos han sido desmentidos, el cambio abrupto en un organismo que llevaba décadas siendo un referente mundial ha causado olas en la comunidad científica.

Al igual que otras 20 sociedades científicas estadounidenses, la Asociación Española de Vacunología (AEV) ha rechazado los cambios en el ACIP y critica la propuesta de RFK Jr. de los nuevos ocho integrantes para el comité al considerar que es una medida que se ha producido de forma irregular y rápida.

Normalmente, la selección de este grupo de expertos pasa por un arduo proceso en el que se busca garantizar su idoneidad para el puesto, tanto por el tema de conocimientos como los posibles conflictos de interés. Todo se realiza de manera pública y los documentos describiendo cada perfil están disponibles para todos los interesados. Una vez elegidos, permanecen en su puesto cuatro años fijos para evitar ser víctimas de presiones políticas.

Anteriormente, los miembros eran nominados y evaluados por el personal de los Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Después, sus nombres tenían que ser aprobados por el director del organismo y, posteriormente, por el propio secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos en un proceso que a veces tardaba años en completarse.

Ahora casi todos los filtros han desaparecido y la AEV, al igual que otras sociedades, advierte que entre los nuevos perfiles se encuentran personas que no han tenido experiencia en el campo de las inmunizaciones y/o han tenido vivencias personales negativas supuestamente causadas por vacunas, lo que dificulta tener una visión objetiva. De hecho, algunos de los designados por Kennedy han sido críticos de las vacunas contra el COVID-19, sobre todo sobre la capacidad que deben tener las autoridades para obligar a la población a inmunizarse.

"La política no debe interferir en ningún caso con la ciencia, ni en contra de ella ni apropiándosela, pues la usurpación por un grupo puede generar el rechazo del grupo contrario, y las vacunas deben estar fuera de cualquier debate que solo lleva a perjudicar la salud de toda la población", advirtió la AEV en un comunicado reciente.

El comité desbandado por Robert F. Kennedy Jr llevaba más de 60 años siendo un referente en la comunidad médica. Su principal función es realizar recomendaciones a otras autoridades sanitarias, como el CDC acerca de quién, cómo y cuándo debe recibir las vacunas autorizadas.

Las recomendaciones de la ACIP sirven como guía no sólo para el resto de las agencias del Gobierno, sino también para las aseguradoras que suelen pagar el coste de las vacunas en Estados Unidos. En otras palabras, basta con que el comité deje de dar la recomendación de algún fármaco clave para que se convierta de difícil acceso para la mayoría de la población.

"La vigilancia transparente y continua de las vacunas (que realiza el ACIP) es una de las más estrictas del mundo, lo que históricamente ha convertido a las deliberaciones y decisiones de este comité en un faro para los programas de inmunización a nivel mundial, al mismo tiempo que sirve como base para recomendaciones armonizadas con las principales organizaciones médicas", señalaron en un comunicado conjunto los 17 expertos despedidos por Kennedy en un artículo reciente publicado en la revista JAMA.