
Tanto la robótica como la inteligencia artificial (IA) están transformando la industria de la medicina y desempeñan un rol crucial en la modernización del sector de la salud. Es en torno a este escenario que el Senado llevó a cabo la jornada 'Desafíos y Oportunidades de la Cirugía Robótica en España' para analizar la situación actual de estas tecnologías en España y de buscar su consolidación dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS).
El foro, organizado por la Sociedad Española de Cirugía Torácica (SECT), la Asociación Española de Coloproctología (AECP), la Asociación Española de Urología (AEU), la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) y la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón (AEACaP), congregó a un gran número de profesionales sanitarios, responsables políticos, gestores autonómicos, expertos clínicos y representantes de asociaciones de pacientes, con el fin de construir un llamado a la acción en conjunto de las entidades que reclaman la adopción de medidas concretas para adoptar la cirugía robótica como una técnica accesible, equitativa y sostenible.
Ángel Luis Fernández, director del Departamento de Cirugía y Especialidades Médico-Quirúrgicas de la Universidad de Santiago de Compostela, junto a la diputada María Sainz Martín (Grupo Parlamentario Socialista) y el senador Enrique Ruiz Escudero (Grupo Parlamentario Popular), fueron los encargados de inaugurar la jornada.
Durante la presentación del evento, los ponentes de la mesa inaugural subrayaron el crecimiento de la cirugía asistida por robot y la necesidad de coordinar su expansión de forma equitativa en todo el territorio: "La cirugía robótica ya no es el futuro, sino el presente", coincidieron los exponentes al tomar en cuenta los más de 170 robots instalados en hospitales españoles, pero cuyo despliegue en el territorio aún es desigual y está focalizado en el sector privado.
"Hay más de 170 robots instalados en hospitales españoles, pero cuyo despliegue en el territorio aún es desigual y está focalizado en el sector privado"
Desde la línea política, Sainz valoró el impacto positivo de estas tecnologías en la calidad y seguridad quirúrgica del paciente y destacó la reciente aprobación de una Proposición No de Ley impulsada por su grupo para impulsar un plan nacional que coordine la implantación de estas herramientas.

Por su parte, Ruiz Escudero expuso datos que demuestran la consolidación de la cirugía robótica en España, que registró más de 31.000 intervenciones en 2024. No obstante, advirtió sobre la desigualdad territorial en su implementación, por lo que subrayó que "es el momento de establecer una estrategia nacional" y propuso modelos de financiación y colaboración entre el Ministerio y las comunidades autónomas con protocolos comunes, programas de formación especializada y mecanismos de evaluación de resultados para convertirla en una herramienta estructural del SNS.
Los beneficios y barreras que enfrenta la cirugía robótica
Desde la perspectiva clínica, Alberto Parajó (AECP) y María Rodríguez (SECT) pusieron en valor el hecho que la cirugía robótica permite reducir complicaciones, acortar las estancias hospitalarias y mejorar la precisión quirúrgica, pero también expusieron las barreras en el sistema.
Parajó indicó que esta tecnología es "la siguiente evolución natural de la cirugía" y que podría aportar mayor precisión, menores complicaciones y una recuperación más rápida. Presentó datos que respaldan una reducción del 81% en las complicaciones frente a la cirugía abierta y una mejora significativa en la calidad de vida en un año.
"La sanidad no puede depender del código postal"
Rodríguez, sin embargo, alertó de los riesgos de agravar las desigualdades si no se actúa: "Madrid y Cataluña concentran la mayoría de los sistemas; comunidades como Castilla-La Mancha no tienen ninguno. La sanidad no puede depender del código postal". Por esta razón, reclamó un plan nacional con criterios comunes, una categoría propia en el SNS y programas formativos para cirujanos en activo.
La "democratización" de la técnica
Sobre la perspectiva clínica y la de los pacientes, se reafirmaron los beneficios de aplicar esta técnica. Al respecto Antonio Arroyo (AECP) y Miguel Congregado (SECT) la definieron como "un avance democratizador" que permite mejorar resultados con menor daño gracias a la homogeneidad de los resultados quirúrgicos y con ello la reducción de la dependencia de la destreza individual. Al mismo tiempo, Mercedes Andeyro (SEGO) señaló que "cada vez más pacientes solicitan directamente esta técnica" y Roberto Ballestero (AEU) reclamó una mayor inversión en formación.
Desde los pacientes, Bernard Gaspar (AEACaP) exigió que la información sobre la cirugía robótica sea clara y comprensible, al mismo tiempo que haya más participación en las decisiones sanitarias que afectan su acceso. "Hay que alfabetizar a la sociedad sobre esta tecnología y garantizar un acceso equitativo", solicitó.
Las estrategias autonómicas para su aplicación
Uno de los puntos en común de la jornada fue la necesidad de que el sistema evite que la cirugía robótica solo quede restringida a grandes centros hospitalarios por lo que varios expertos del sector (representantes de Madrid, Castilla y León, Canarias y Murcia) sugirieron que se pueda aplicar en hospitales que cuenten con un volumen de profesionales capacitados y que para ello es necesario garantizar una formación sólida, acreditada y homogénea en todo el país.
Desde las estrategias autonómicas, Ana Cabrero, en representación de Madrid, comunidad pionera en cirugía robótica, defendió que el robot quirúrgico debe entenderse como "parte de un proceso sanitario integral que requiere cambios logísticos, evaluación continua y criterios claros para asegurar su rentabilidad".
Antonia María Pérez, representante de Canarias, insistió en adaptar la estrategia a las particularidades insulares y garantizar el acceso en todo el territorio. Pablo Luis Guzmán, de Murcia, habló de cómo el coste-efectividad aumenta en medida que se mejora la formación en la técnica y llamó a la solidaridad interterritorial. Por su parte, Álvaro Muñoz, de Castilla y León, región que ya ha incorporado un robot por cada provincia para facilitar el acceso en una población especialmente dispersa, subrayó que "la cirugía robótica es una tecnología que atrae talento y aporta calidad asistencial".
"La sanidad es el mayor acto de justicia social recogido en la Constitución y no puede depender únicamente del lugar de residencia del paciente"
Los ponentes coincidieron en que el país necesita una estrategia nacional que ordene y coordine la expansión de esta tecnología. En esta línea, Muñoz lamentó que se hayan desaprovechado oportunidades de financiación con fondos europeos como el Plan INVEAT.
La jornada concluyó con el imperativo de avanzar hacia una estrategia nacional que garantice equidad, sostenibilidad, calidad y continuidad. La cirugía robótica es una realidad que debe integrarse en la cartera común del SNS. Como se recordó en la jornada, "la sanidad es el mayor acto de justicia social recogido en la Constitución y no puede depender únicamente del lugar de residencia del paciente".
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