Investigación

Microbios intestinales para combatir el dolor crónico

  • Resultados preliminares muestran cómo los microbios intestinales de personas con fibromialgia incitan al sistema inmunitario a atacar los circuitos neuronales implicados en el dolor
Alrededor del 26% de la población en España sufre de dolor crónico

Combatir el dolor crónico es uno de los grandes pendientes de la ciencia moderna. Alrededor del 26% de los españoles, según la Universidad de Cádiz, experimenta algún tipo de molestia que se prolonga más allá de la curación normal o que no responde de manera normal a la advertencia nociceptiva del cuerpo, es decir, al proceso fisiológico por el cual el detectamos y respondemos a estímulos potencialmente dañinos. No obstante, un nuevo, pequeño y esperanzador estudio ha encontrado una relación entre microbios intestinales y este tipo de dolor.

Un artículo publicado recientemente en la revista Neuron detalla cómo un grupo de investigadores consiguió reducir el nivel de dolor en pacientes con fibromialgia al sustituir su microbiota intestinal por la de personas sanas. Esta enfermedad, de la que se sabe muy poco y afecta a más de 900.000 personas en el país según la Sociedad Española de Reumatología, se caracteriza por dolor generalizado en ausencia de lesión tisular o patología evidente. El nuevo tratamiento experimental ha tenido resultados prometedores, aunque los mismos autores advierten que todavía es muy pronto para sacar conclusiones generales.

La composición de la microbiota intestinal de pacientes con fibromialgia difiere del de personas saludables, aunque hasta el momento los expertos desconocen los motivos. En una primera etapa del estudio se inyectó microbiota fecal de pacientes con fibromialgia en ratones, lo cuál les generó dolor y numerosos fenotipos moleculares que se asemejan a los cambios conocidos en pacientes con fibromialgia como la activación inmunitaria y las alteraciones del perfil metabolómico. Posteriormente, se condiguió disminuir los síntomas al transplantar microbiota intestinal sana.

Para el ensayo clínico participaron sólo 14 mujeres que presentaban un tipo grave de fibromialgia de las cuales 12 reportaron una mejoría. Una de las pacientes consiguió incluso volver a caminar después de haber pasado meses en una silla de ruedas a causa del malestar. El grupo primero ingirió antibióticos y, durante un periodo de 10 semanas, tomaron cápsulas con bacteria intestinal de mujeres sanas. Entre las mejoras se registraron también menores niveles de ansiedad y mejoría general del sueño. Por otro lado, la fatiga fue uno de los principales efectos secundarios.

Los investigadores buscan ahora realizar un ensayo clínico más amplio con 80 participantes que incluya un grupo de control. Esperan que este trabajo ayude eventualmente a identificar la bacteria específica que está vinculada con el dolor de la fibromialgia.

Los contenidos publicados en Gaceta de Salud han sido elaborados con afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios recogidas por un grupo de periodistas especializados en el sector. Recomendamos al lector consultar cualquier duda relacionada con la salud ante un profesional del ámbito sanitario.

FacebookTwitterLinkedin