
España es referente mundial en trasplantes. La primera página de esta historia se escribió hace 60 años, con el riñón, y sentaría las bases de este éxito que se ampliaría posteriormente a otros órganos. A quienes lo hicieron posible les resultarían inimaginables los números actuales: en 2024 se realizaron 4.047 trasplantes renales en nuestro país. Gaceta de Salud habla con el nefrólogo Rafael Matesanz para analizar la evolución de estos primeros trasplantes hasta la actualidad.
"El trasplante de riñón es la mejor solución para la insuficiencia renal. Está por encima de la diálisis, tanto en supervivencia como en calidad de vida", sostiene el especialista, quien es el creador y fundador de la Organización Nacional de Trasplante (ONT) en 1989. Según las cifras que maneja la organización, en estas seis décadas se han realizado más de 90.000 intervenciones de este tipo en suelo español.
Los pioneros en realizar trasplantes renales en 1965 fueron el Hospital Clínic i Provincial de Barcelona (los doctores Antoni Caralps y Josep María Gil-Vernet) y la Fundación Jiménez Díaz de Madrid (los doctores Luis Hernando y Carlos Alférez). Fueron los equipos de Nefrología y Urología, correspondientemente, los que hicieron historia.
De hecho, hubo bastantes años en los que se hicieron trasplantes sin normativa legal, ya que la Ley de Trasplantes no nació hasta 1979 (Ley 30/1979 de 27 de octubre sobre extracción y trasplante de órganos), acompañada del Real Decreto del año siguiente que la desarrolló (RD 426/1980 de 22 de febrero). Gracias a ella, se definieron las condiciones para la donación, el diagnóstico de muerte cerebral, el procedimiento de la donación de vivo, el carácter altruista de la donación o la garantía de anonimato de quien cede sus órganos. Según Matesanz, la ley no necesita modificaciones porque establece "premisas básicas generales"; además, se ha complementado con más Reales Decretos como el del 1999 y del 2010, siempre al ritmo de "las evoluciones de la ciencia y de la sociedad".
La actividad creció a buen ritmo hasta 1986 en que alcanzó un máximo de 1.182 trasplantes. Entonces se produjo una huelga médica que frenaría esta buena cifra. Tal y como apunta el nefrólogo, se produjo una caída de alrededor de un 20% que no remontó en los dos años siguientes y que fue más notable en los hospitales madrileños, donde se redujeron un 50%: "Esto se debió mitad por el descenso de donantes y mitad porque la apertura de nuevos centros de trasplante renal en otras comunidades desvió enfermos y órganos a sus respectivos hospitales".
Otra fecha clave fue la gestación en 2008 del 'Plan Donación 40', con el objetivo de lograr 40 donantes por millón de habitantes, hoy ya superado. Ahí también se dieron recomendaciones como la instauración de la donación en asistolia controlada o tipo III de Maastricht, una práctica entonces limitada a muy pocos países.

Además, dentro de las iniciativas para potenciar el trasplante de vivo, la ONT puso en marcha el programa 'Trasplante Renal Cruzado' en 2009. Años después, en 2015, los pacientes hiperinmunizados tuvieron su propio plan nacional, también partía de la organización y tuvo como principal objetivo encontrar una solución para enfermos en diálisis con más de un 98% de anticuerpos y, por tanto, con especiales dificultades para recibir un trasplante de riñón.
Cambios en el perfil del donante de riñón
En este tiempo, no solo ha cambiado el número de trasplantes realizados, sino también el perfil del donante. Por ejemplo, antes un factor discriminante era la edad. Matesanz recuerda que en los años 80 se consideraba que una persona de más de 50/55 años ya era muy mayor para ser donante. "Hoy, sin embargo, el 56% de los donantes tienen más de 60 años. Se están trasplantando riñones de personas de más de 70, 80 e incluso 90 años. Es un cambio total", especifica. Al igual que la edad del donante se ha incrementado, la del receptor también. En España se han realizado trasplantes de riñón a mayores de 80 años.
Otro aspecto que ha vivido una transformación importante ha sido la procedencia de los donantes, ya que en el inicio de estas operaciones la mayoría venían de accidentes de tráfico, mientras que este origen hoy representa solo un 5%. El principal grueso de donante es ahora una persona mayor que fallece como consecuencia de un accidente cerebrovascular.

No acaban aquí los motivos de exclusión que ahora resultan impensables. Antes, tener enfermedades como la arteriosclerosis o determinadas patologías infecciosas significaba descarte directo. "Los criterios de rechazo antes eran más estrictos y sobre todo estaban basados en el desconocimiento que teníamos de que esos riñones se podían trasplantar y del coste-beneficio que suponía. Un trasplante ahorra 150.000 euros por paciente en comparación con alguien que recibe diálisis durante cinco años", aclara el experto.
Sumar a Urgencias en este proceso
El "empujón fundamental" lo ha marcado la unión del Servicio de Urgencias en este proceso. Esta idea nació de la ONT, quien junto a la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) empezaron a formar a estos clínicos, en la actualidad hay entre seis o siete mil médicos preparados para mejorar este viaje del riñón.
"Ha sido un gran paso porque ha permitido captar a donantes que antes no eran tenidos en cuenta. Gracias a que los coordinadores son médicos intensivistas, se controlaba lo que ocurría en la UCI, pero en Urgencias era indetectable lo que pasaba. Ahora el 25% de los donantes proceden de ahí, es básico para nuestro sistema", asegura el experto.
No son pocos los desafíos que se dibujan en la próxima línea temporal de los siguientes 60 años del trasplante renal. El crecimiento en el número de procedimientos irá acompañado de la colaboración con la sanidad privada, ya que muchos órganos y posibles donantes procederán de allí. Además, las mejoras en las técnicas de preservación de riñones permitirán que se puedan aprovechar más órganos y la captación de donantes vivos también tiene un margen de mejora importante, aunque "faltan incentivos" para lograrlo.
No obstante, Matesanz apuesta por abordar la insuficiencia renal desde el punto de vista preventivo. "El trasplante es el último punto, solo hay que hacerlo cuando todos los métodos de prevención (control de peso, evitar el tabaco...) han fallado", subraya.
Relacionados
- Nuevo hito en la historia de la Medicina: realizan el primer trasplante de vejiga en humanos
- Los beneficios de los hospitales de día en diabetes: menos hospitalizaciones y reducción de las visitas a urgencias
- Los españoles tienen mayores posibilidades de recibir un trasplante de órganos en Europa: se alcanzaron los 6.464 en 2024
- Así es el riñón bioartificial implantable para salvar millones de vidas: prototipo revolucionario que supera las pruebas preclínicas
Los contenidos publicados en Gaceta de Salud han sido elaborados con afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios recogidas por un grupo de periodistas especializados en el sector. Recomendamos al lector consultar cualquier duda relacionada con la salud ante un profesional del ámbito sanitario.