Regulación

El Gobierno aprueba la ley que acabará con la publicidad de bebidas alcohólicas cerca de parques y colegios

  • El texto de la Ley de Alcohol y Menores queda pendiente para su visto bueno en el Congreso
  • Se ha retirado de la ley la prohibición de usar el reclamo de 'consumo responsable'
Foto: Mónica García.

El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el proyecto de ley de Alcohol y Menores, que busca prevenir y reducir el consumo de bebidas etílicas en esta población. Entre las medidas, destaca la prohibición de su publicidad cerca de lugares frecuentados por menores, como es el caso de parques o colegios.

El texto, que se aprobó en el Consejo en primera vuelta en el pasado mes de julio, queda pendiente ahora para su tramitación parlamentaria. En el anteproyecto, que se sometió a audiencia e información pública en agosto, se recogía la intención de prohibir el reclamo de 'consumo responsable'. No obstante, esta cláusula se ha retirado del documento final.

Sin embargo, durante la rueda de prensa posterior a la reunión, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha destacado que "no existe una cantidad segura de alcohol que no implique un impacto negativo en la salud". Por ello, ha llamado a "desterrar" del imaginario "la idea arraigada y anticientífica que dice que puede haber algunos beneficios en la salud con el consumo moderado".

Así las cosas, el objetivo es retrasar la edad de inicio en la ingesta de bebidas alcohólicas; así como crear entornos seguros y saludables para los menores, todo ello apoyado con medidas "eficaces", según García. Se trata de la primera norma de estas características en España.

En concreto, con este proyecto de ley se prohíbe el consumo de alcohol para todas las personas en centros docentes; centros de protección de menores y residencias de estudiantes que admitan a menores; en otros centros de menores o destinados a su uso; y en centros deportivos, de ocio o espacios dedicados a espectáculos públicos cuando haya sesiones que se hayan concebido expresamente para menores de edad. Es decir, los progenitores de un menor no podrán consumir alcohol cuando acudan a verlo en un espectáculo deportivo, como un partido de fútbol. Lo mismo ocurre con un concierto inicialmente concebido para público adolescente o infantil.

Además, se establecen limitaciones a la exposición de bebidas alcohólicas y en publicidad y comunicación comercial y su emplazamiento. En concreto, la norma busca prohibir los anuncios de bebidas alcohólicas (o marcas asociadas a las mismas) a un radio inferior a 150 metros lineales de los espacios frecuentados por menores, como parques, colegios e institutos. También se incluyen lugares de ocio infantil o centros sanitarios. No obstante, sí estará permitida la publicidad de aquellas bebidas fermentadas por debajo de 0,5% de alcohol.

Esta prohibición se extiende al mobiliario de los bares (mesas, sillas servilleteros y sombrillas) que sean patrocinados por marcas de cerveza y otras bebidas etílicas. Todas estas medidas entrarán en vigor un año después de su aprobación definitiva.

Por otro lado, también se regula la venta de alcohol. Por ejemplo, las máquinas de 'vending' de bebidas alcohólicas tendrán que contar con mecanismos para controlar la edad de la persona que las adquiere, como es el caso de las máquinas expendedoras de tabaco.

Además, en un plano urbanístico, las administraciones podrán limitar la apertura de nuevos establecimientos en los que se venda alcohol "teniendo en cuenta la concentración de puntos de venta minorista de bebidas en las inmediaciones de centros educativos, de protección social de personas menores de edad o establecimientos en los que se desarrollen espectáculos o actividades recreativas públicas destinadas a menores de edad".

En este sentido, la exposición de bebidas etílicas en los establecimientos de autoservicio deberá limitarse a un espacio concreto dentro del propio local, separándose de los espacios con productos específicamente destinados a las personas menores de edad.

Pruebas de alcoholemia en menores

Por otro lado, en cuanto a la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el texto recoge que podrán realizar pruebas de alcoholemia en lugares y circunstancias específicas donde el consumo de alcohol esté prohibido, como los colegios.

"Las pruebas se limitarán a métodos no invasivos como el etilómetro y podrán ser repetidas a petición de la persona afectada", reza en el proyecto de ley. Respecto a las sanciones, la multa impuesta a los menores de edad por la comisión de la infracción leve relacionada con el consumo de alcohol podrá ser suspendida a cambio de la participación en programas preventivos de sensibilización y concienciación o rehabilitadores en función de cada caso.

Por otro lado, en el ámbito sociosanitario, se fomentará la inclusión del registro del consumo de alcohol en la historia clínica. En Urgencias, los menores de edad atendidos por intoxicación etílica tendrán que someterse a una evaluación que implicará a sus padres o tutores si son menores de 16 años.

Tal y como ha recordado García, según la encuesta ETUDES, sobre el consumo de drogas y otras adicciones, el 56% de los jóvenes entre 14 y 18 años ha consumido alcohol en el último mes, y un tercio lo ha hecho bajo el modelo de atracón. Por otro lado, uno de cada cinco reconoce haberse emborrachado en los últimos 30 días.

Además, la percepción de los adolescentes sobre la facilidad para adquirir bebidas alcohólicas es muy alta, con un 93%, según el documento, pese a que las normativas autonómicas prohíben la venta a este grupo poblacional.

Los contenidos publicados en Gaceta de Salud han sido elaborados con afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios recogidas por un grupo de periodistas especializados en el sector. Recomendamos al lector consultar cualquier duda relacionada con la salud ante un profesional del ámbito sanitario.

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