La lucha contra el envejecimiento es uno de los focos principales de la medicina estética y dermatológica actual. Más allá de la revolución que supuso la llegada del ácido hialurónico, ahora, la radiofrecuencia con microagujas promete redefinir esta área médica.
La doctora María Calvo, jefa de servicio de Dermatología y medicina estética de Olympia de Quirónsalud, destaca que este tipo de tratamientos suponen "un antes y un después" en el tratamiento de la flacidez y las imperfecciones cutáneas.
"A través de microagujas y radiofrecuencia, estimulamos la producción natural de colágeno y elastina, devolviendo firmeza, luminosidad y uniformidad a la piel", señala.
Además de las arrugas, con este procedimiento es posible tratar la flacidez, los poros dilatados, las marcas de acné, las estrías y las cicatrices, tanto faciales como corporales.
Asimismo, se aplica en diferentes zonas del cuerpo como rostro, cuello, escote, abdomen, brazos o muslos. A diferencia de otros tratamientos dermatológicos, también puede aplicarse en verano.
"Es un tratamiento no quirúrgico, seguro, con una recuperación mínima, y cuyos efectos se aprecian progresivamente desde la primera sesión", explica la doctora Calvo. "No solo mejora visiblemente la piel, sino que actúa en profundidad, provocando una verdadera renovación celular", añade.
En cuanto al tiempo, las sesiones duran entre 30 y 45 minutos, y se recomienda un protocolo de tres sesiones, una cada dos meses, para alcanzar resultados óptimos.
En este sentido, en relación al envejecimiento submentoniano, el dermatólogo Guillermo Villalón afirma que el uso de la radiofrecuencia ablativa subcutánea permite realizar en la consulta un 'lifting' del cuello y de la parte inferior de la cara sin incisiones y con resultados muy próximos al del tratamiento quirúrgico con mantenimiento en el tiempo.
Ultrasonidos para la flacidez
Otra técnica consiste en el uso de los ultrasonidos focalizados para el tratamiento de la flacidez. A través del aumento de la temperatura en una zona localizada, se genera la contracción del colágeno existente y la estimulación de nuevo colágeno.
"La principal diferencia con la radiofrecuencia es que ésta calienta un área más grande y produce más daño. Los ultrasonidos se pueden aplicar en las zonas de la cara, cuello, escote y cara interna de muslos y brazos. Los efectos secundarios son raros. La principal limitación es que es este equipo es caro y su mantenimiento también lo es", explica Antonio Campo Voegeli, dermatólogo perteneciente a la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
Por último, estos dermatólogos abogan por llevar a cabo un diagnóstico de cada persona y ofrecer una solución individualizada. Para José Luis Martínez-Amo, "lo fundamental de un tratamiento de rejuvenecimiento es que los otros te vean bien sin que esto signifique que te vean más joven. Hay que buscar un aspecto estupendo en función de la edad de cada persona, para lograr que siga siendo ella misma y que tenga un aspecto de absoluta normalidad. En eso consiste, en muchas ocasiones, el papel del dermatólogo que tienen que saber lo que el paciente necesita y quien debe decirle dónde hay que tratar y cuándo hay que parar".
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