
Una dieta sana rica en alimentos vegetales, con una ingesta de baja a moderada de alimentos sanos de origen animal y una menor ingesta de alimentos ultraprocesados se relaciona con una mayor probabilidad de envejecer de forma saludable, es decir, sin padecer enfermedades crónicas graves y manteniendo la salud cognitiva, física y mental al llegar a los 70 años. Así se recoge en un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, la Universidad de Copenhague y la Universidad de Montreal, uno de los primeros en examinar múltiples patrones dietéticos en la mediana edad en relación con el envejecimiento saludable en general.
"Hasta ahora, los estudios habían analizado los patrones dietéticos en función de enfermedades concretas o de la esperanza de vida. El nuestro adopta una perspectiva polifacética y se pregunta cómo influye la dieta en la capacidad de las personas para vivir de forma independiente y disfrutar de una buena calidad de vida a medida que envejecen", afirma Frank Hu, coautor del estudio, catedrático Fredrick J. Stare de Nutrición y Epidemiología y director del Departamento de Nutrición de la Escuela Chan de Harvard. El estudio se ha publicado en Nature Medicine.
Los investigadores utilizaron datos del Nurses' Health Study y del Health Professionals Follow-Up Study para examinar las dietas de mediana edad y los resultados de salud de más de 105.000 mujeres y hombres de 39 a 69 años a lo largo de 30 años.
En cuanto a la metodología, los participantes rellenaron periódicamente cuestionarios dietéticos, que los investigadores puntuaron según el grado de adherencia de los participantes a ocho patrones dietéticos saludables entre las que se incluía la dieta mediterránea, otra de base vegetal, otra antiinflamatoria y otra para bajar la hipertensión.
Cada una de estas dietas hace hincapié en una ingesta elevada de frutas, verduras, cereales integrales, grasas insaturadas, frutos secos y legumbres, y algunas también incluyen una ingesta de baja a moderada de alimentos saludables de origen animal, como el pescado y determinados productos lácteos. Los investigadores también evaluaron la ingesta de los participantes de alimentos ultraprocesados, fabricados industrialmente, que a menudo contienen ingredientes artificiales, azúcares añadidos, sodio y grasas poco saludables.
El estudio concluyó que 9.771 participantes (solo el 9,3% de la población estudiada) envejecían de forma saludable. Es decir, menos del 10% de la población había cumplido las dietas. En general, los patrones dietéticos saludables se relacionaron con un envejecimiento saludable en general y sus ámbitos individuales, incluida la salud cognitiva, física y mental.
La dieta saludable líder fue el Índice de Alimentación Saludable Alternativa, desarrollada para prevenir enfermedades crónicas. Los participantes en el quintil más alto de la puntuación AHEI tenían un 86% más de probabilidades de envejecer de forma saludable a los 70 años y 2,2 veces más probabilidades de envejecer de forma saludable a los 75 años, en comparación con los del quintil más bajo de la puntuación AHEI.
La dieta AHEI refleja una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos, legumbres y grasas saludables y baja en carnes rojas y procesadas, bebidas azucaradas, sodio y cereales refinados. Otra dieta líder para un envejecimiento saludable fue la PHDI, que tiene en cuenta tanto la salud humana como la medioambiental al hacer hincapié en los alimentos de origen vegetal y minimizar los de origen animal.
El mayor consumo de alimentos ultraprocesados, especialmente carne procesada y bebidas azucaradas y dietéticas, se asoció con menores posibilidades de envejecer de forma saludable. "Dado que mantenerse activo e independiente es una prioridad tanto para los individuos como para la salud pública, la investigación sobre el envejecimiento saludable es esencial", dijo la coautora Marta Guasch-Ferré, profesora asociada del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Copenhague y profesora asociada adjunta de nutrición en la Escuela Chan de Harvard. "Nuestros hallazgos sugieren que los patrones dietéticos ricos en alimentos de origen vegetal, con una inclusión moderada de alimentos saludables de origen animal, pueden promover el envejecimiento saludable en general y ayudar a dar forma a futuras directrices dietéticas", ha agregado.
"Nuestros hallazgos también muestran que no existe una dieta única para todos. Las dietas saludables pueden adaptarse a las necesidades y preferencias individuales", añadió la autora principal, Anne-Julie Tessier, profesora adjunta del Departamento de Nutrición de la Universidad de Montreal, investigadora del Instituto del Corazón de Montreal y científica visitante en la Escuela Chan de Harvard.
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