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La pandemia, cinco años después: las vacunas Covid allanan el camino para atacar el cáncer

  • BioNTech prueba en España su inyección para prevenir la metástasis en las neoplasias de pulmón
  • El desarrollo científico de este periodo redujo en 10 años la llegada de los avances en cáncer
Vacuna.

La pandemia de Covid-19 cambió el mundo para siempre y, mientras la vida se paró, la ciencia avanzó más rápido que nunca. Si el SARS-CoV-2 irrumpió a principios de 2020, la primera vacuna contra el virus, de Pfizer-BioNTech, tardó menos de un año en llegar. Contó con con una tecnología pionera hasta entonces, la de ARN mensajero, y lo que sucedió después ya es historia: la campaña de vacunación acabó siendo un éxito, no solo por toda la enfermedad grave y mortalidad que evitó, sino porque sirvió como modelo para la medicina del futuro.

Precisamente, el ARNm, que recibió el Premio Nobel de Medicina en 2023, ha acabado siendo la base de las primeras vacunas contra el cáncer. Se trata de una tecnología flexible y que se adapta a cada individuo y, a diferencia de las vacunas tradicionales, no evita la enfermedad, sino que estimula al sistema inmune para que ataque a las células cancerosas que ya existen. "No hay dos cánceres iguales, por lo que hay que conseguir vacunas personalizadas, y esto es muy difícil con otra tecnología", explica José Gómez, coordinador del área de Inmunología del Grupo de investigación en Vacunas GENVIP. En cuanto al funcionamiento, se necesita una biopsia del tumor del paciente y, en base a eso, se identifican las mutaciones para hacer la inyección. "Son vacunas personalizadas. No podemos hacer una vacuna genérica frente al melanoma. Por eso, una de las claves del éxito del ARNm es la capacidad de personalización y la disminución de los efectos secundarios asociados al resto de terapias", señala.

Las investigaciones de estas vacunas avanzan a buen ritmo a día de hoy. Según Gómez, la pandemia ha acelerado hasta en 10 años el curso de estas inmunizaciones contra el cáncer, que en 2019 ya andaban preparándose. "Durante la pandemia, se hizo una inversión de dinero brutal. Todo se aceleró. Se redujeron los plazos de burocracia y revisión, pero la clave fue el esfuerzo económico que se hizo en el desarrollo de esta plataforma de ARNm", apostilla. A raíz de ello, empresas como Moderna o BioNTech, que apenas habían obtenido financiación a lo largo de su trayectoria empresarial, obtuvieron grandes beneficios. Tras el punto y final de la pandemia, reinvirtieron estas cantidades en la rama oncológica.

De momento, estas vacunas están en fases muy prematuras y se están investigando para los tumores más agresivos: los de páncreas, melanoma y pulmón. Precisamente, BioNTech ha impulsado un ensayo de una de estas inyecciones contra el cáncer de pulmón en España. Víctor Moreno, investigador principal del mismo y oncólogo del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, explica que, si la vacuna de la Covid-19 iba contra la proteína Spike -característica de los coronavirus-, la inyección oncológica se dirige a seis proteínas que están expresadas en muchos tipos tumorales.

Víctor Moreno en el hospital.
Víctor Moreno, investigador principal del mismo y oncólogo del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.

"La probabilidad de que un paciente con cáncer tenga una de esas proteínas es casi del 100%. Aparecen en muchos cánceres, de forma que, usando esa vacuna, se podría generar una respuesta inmune del paciente a su propio cáncer", asegura. En efecto, no se trata de una vacuna preventiva, sino de un tipo de inmunoterapia contra esta enfermedad; inyecciones que estimulan al sistema inmunitario para que este ataque a las células tumorales. "No evita desarrollar el cáncer. Son pacientes que ya tienen cáncer y se les administra esa vacuna, que tiene el ARN mensajero para esas seis proteínas", explica Moreno. En este sentido, al igual que Gómez, asegura que no habrá una vacuna capaz de prevenir el cáncer, porque se trata de "multitud de enfermedades distintas". "La mejor prevención es no fumar", asevera.

Esta inmunización de BioNTech está todavía está en fase uno de ensayo clínico, es decir, aún se está probando su seguridad en humanos; si bien ya se presentaron datos positivos de los primeros 20 pacientes tratados en noviembre del año pasado. "Ya hay una dosis recomendada y ahora se está combinando con con quimioterapia y con inmunoterapia. De momento, el resultado es para pacientes con cáncer de pulmón metastásico que han recibido terapias previas y que han fracasado", detalla Moreno.

De estos 20 pacientes, hubo dos que alcanzaron una reducción significativa de la enfermedad. "Son datos que son difíciles de interpretar porque son pacientes que son muy refractarios", señala el doctor, que también asegura que el fase tres, es decir, la última etapa antes de llegar a las agencias reguladoras, se podría comenzar en breve.

"No obstante, el propio ensayo de fase tres puede tardar de dos a 5 años fácilmente. Hay que organizar y completar el reclutamiento; metiendo pacientes, poniendo el tratamiento y luego esperar a ver qué tal van, si van bien, si van mal. Entonces, son largos, depende de la enfermedad en concreto. En el caso de cáncer de pulmón, serán mínimo dos años", comenta.

En el mejor de los escenarios, la vacuna podría llegar al mercado en cinco o seis años. "Desde que la comunidad científica sabe que ese tratamiento es eficaz hasta que las agencias lo aprueban, en Estados Unidos pasa aproximadamente un año. En Europa, primero lo tiene que aprobar la Agencia Europea del Medicamento; luego la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Después, llega la decisión de financiación. Pueden pasar tres años más", resume. Es decir, aterrizaría ya a principios de la década próxima.

Además del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, BioNTech ha elegido a siete centros españoles más para probar su vacuna: el Hospital Germans Trias i Pujol (Badalona), el Vall d'Hebron (Barcelona), el MD Anderson Cancer Center y el Centro Integral Oncológico Clara Campal (estos tres en Madrid). Otros centros son el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, el Hospital Universitario Virgen Macarena (Sevilla) y el Hospital de La Fe de Valencia. La mayoría están aún en reclutamiento.

Inmunizaciones contra el cáncer de páncreas y el melanoma

Más allá de la vacuna de BioNTech, el coordinador del área de Inmunología del Grupo de investigación en Vacunas GENVIP, espera que "pronto" lleguen los ensayos a España de la vacuna de Moderna con MSD, dedicada al páncreas y al melanoma en fases avanzadas. "Los resultados en Estados Unidos están siendo muy esperanzadores, ya que aumentan la supervivencia más de un 50% a varios años", señala. A su juicio, son datos "espectaculares" que hay que volver a demostrar en fases dos y tres. Pese a estos datos alentadores conseguidos en un breve espacio de tiempo, José Gómez advierte de que estas investigaciones han vuelto "a la velocidad normal" una vez que se terminó la pandemia.

"Ahora, con perspectiva, es importante que nos hagamos eco de las cosas buenas que trajo la pandemia. Pero las autoridades tienen que seguir apostando. Apostaron en su momento porque había que hacerlo, pero no estábamos preparados. Ahora, hay que seguir apoyando, y tenemos que aprovechar estos conocimientos para la epidemia del cáncer que tenemos en la actualidad", afirma.

Los contenidos publicados en Gaceta de Salud han sido elaborados con afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios recogidas por un grupo de periodistas especializados en el sector. Recomendamos al lector consultar cualquier duda relacionada con la salud ante un profesional del ámbito sanitario.

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